MENSAJE DE NAVIDAD DE S.S. BENEDICTO XVI
"Dios se ha hecho hombre y ha venido entre nosotros, para disipar las tinieblas del error y del pecado, trayendo a la humanidad su Luz divina. Esta Luz altísima, de la que el árbol navideño es signo y recuerdo, no sólo no ha perdido intensidad con el paso de los siglos, sino que sigue resplandeciendo sobre nosotros e iluminado a todos los que vienen al mundo, especialmente cuando deben atravesar momentos de incertidumbre y dificultad. Jesús mismo dirá de sí: ‘Yo soy la Luz del mundo; quien me sigue, no camina en las tinieblas, sino que tendrá la luz de vida’...()...cuando en las diversas épocas se ha intentado apagar la luz de Dios para encender fuegos ilusorios y engañosos, se han abierto estaciones marcadas por trágicas violencias sobre el ser humano. Ha sido así porque cuando se intenta borrar el nombre de Dios de las páginas de la historia, el resultado es que se trazan renglones torcidos, en los que hasta las palabras más hermosas y nobles pierden su verdadero significado...()...Pensemos en términos como ‘libertad’ o ‘bien común’, ‘justicia’: privados de la raíz de Dios y su amor, en el Dios que ha mostrado su rostro en Jesucristo, estas realidades está con frecuencia a mercede de los intereses humanos, perdiendo su vínculo con las exigencias de la verdad y la responsabilidad civil"
SS Benedicto XVI
Plaza de San Pedro
14 de diciembre de 2012
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