miércoles, 4 de septiembre de 2013

DESCUBRIENDO LA ICONOGRAFIA EN LA CONSOLATA

El cuadro de la Virgen de la Consolata es un lienzo pintado con estilo de "ícono" oriental-bizantino. El arte sacro oriental bizantino se caracteriza por representar más los valores espirituales intríncecos que la belleza física exterior de la obra. Se trata de un arte simbólico más que realista.

El autor de esta obra es desconocido, pero su obra es rica en enseñanzas para la devoción a la Virgen.

Con solo contemplar la imagen, destacan e impresionan los santos rostros del ícono. El de María refleja una leve tristeza templada de suave esperanza. Tiene la mirada dirigida a quienes la miran, como infundiéndoles sus mismos pensamientos, y la cabeza inclinada levemente hacia Jesús, fuente y causa de todas sus grandezas, consuelo de la Humanidad.



La mano derecha contra el pecho pareciera indicar que asume como propias todas las penas de sus hijos, tarea maternal como consoladora de los afligidos.




María Consolata nos presenta a Jesús, sentado sobre el brazo izquierdo de su Madre, lado del corazón. María sostiene a su Hijo, lo cuida como Madre, lo custodia, pero no lo retiene para sí.




El vínculo de unión entre ellos son las dos manos derechas, levemente unidas, que expresan la unidad llena de cariño y de respeto, símbolo del amor más bello que une el corazón de Dios al corazón de una criatura. El Niño con su mano bendice al mundo a la manera oriental: dos dedos alzados (que significan las dos naturalezas de Cristo, humana y divina), y los otros tres doblados (que indican la Trinidad).




Fiel al arte iconográfico, la imagen tiene en cuenta los colores: El manto de la Virgen es de un azul intenso que indica su gloria en el cielo; el borde dorado simboliza su participación en la gloria de Dios; el rojo, expresa la realeza de La Virgen María, Reina de todo lo Creado y la de Jesús, Rey del Universo.




Las tres estrellas sobre el manto de la Virgen (una de ellas oculta por la figura del Niño), son signo de la la "triple" virginidad de María: Antes, durante y después de la concepción de Jesús. El anillo en su dedo es expresión de autoridad y poder: Ella es la Madre del Salvador, vencedora de todo mal. Por último, las dos aureolas que manifiestan la santidad y la gloria de Cristo y de María, obtenidas por medio de la cruz.




En definitiva, el cuadro presenta a María y a su Hijo estrechamente unidos: Quien encuentra a María, encuentra a Jesús, y quien encuentra al Hijo encuentra a la Madre. La actual imagen que se venera en el templo, no es la original, el cuadro que hoy se venera es una obra de finales del siglo XV que se atribuye a Antoniazzo Romano y está inspirada en la Madonna del Popolo de Roma.




Santa María, Consuelo de los afligidos, ruega por todos nosotros


Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.

HISTORIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CONSOLACIÓN

El día 20 de junio se celebra la fiesta de la Santísima Virgen del Consuelo, patrona especial de Turín y del Piamonte. Asimismo, el 4 de septiembre se celebra la fiesta de Nuestra Señora de la Consolata o de la Consolación. La primera se celebra principalmente en Italia, la segunda en España.

Según parece el origen de la devoción es común y se corresponde con con una historia que vincula a los monjes benedictinos y llega, vía de leyenda, al propio San Lucas a quien se atribuye haber hecho la primera imagen de la Virgen del Consuelo. ...Esta es la historia: 



La Devoción en Italia

La devoción a Nuestra Señora de la Consolata se inicia en Turín, Italia, en los primeros siglos del cristianismo. Cuenta la tradición que fue san Eusebio, desterrado a Palestina por el emperador Constancio, quien a su regreso a Turín en el año 354, le obsequió a su amigo san Máximo, una imagen de la Virgen María que, como también cuenta la historia, fue pintado por san Lucas.

San Máximo ubicó el cuadro en una capilla, lindera de la Iglesia dedicada a San Andrés. Desde ese instante el pueblo de Turín comenzó a venerar a la Virgen María bajo el título de Consoladora que, traducido en dialecto local y popular devino en Consolata.

Los obispos de Turín confiaron la imagen de la Consolata a los Padres Benedictinos en el año 840, dos acontecimientos contribuyeron a su desaparición:

  • Primero, hubo que esconderla, debido a la persecución y destrucción de imágenes por parte de los iconoclastas.
  • En segundo lugar, por una guerra, que destruyó el templo de San Andrés y la capilla donde estaba la imagen, dejándola sepultada bajo los escombros y, por tanto, los fieles fueron olvidando la existencia de esa imagen.

Sin embargo, la devoción a la Virgen de la Consolata permaneció viva en la memoria de los fieles, quienes se siguieron encomendando a ella. 

Muchos años más tarde, Arduino, por un tiempo rey de Italia, rescató esa imagen y erigió una nueva capilla para la Virgen Consolota, en agradecimiento a una curación milagrosa y en respuesta al pedido que la misma Virgen le había expresado en una visión. Al cabo de unos años, esa capilla también fue destruida y la imagen desapareció por segunda vez. 

En el año 1104, la Virgen se le apareció a un ciego de nacimiento en Briançon, Francia. Su nombre eraJean Ravais (o Ravache), a quien Nuestra Señora le prometió devolverle la vista cuando llegara al lugar que Ella le indicara y donde encontraría la imagen de la Virgen perdida.

Jean Ravais así lo hizo y luego de un largo viaje llegó a Turín. El lugar indicado por la Virgen era la torre de una Iglesia destruida

El 20 de junio, Jean Ravais acompañado por la expectativa y devoción del pueblo de Turín, con la presencia del Obispo y Sacerdotes, se comenzó las excavaciones, realizada por voluntarios ansiosos de encontrar a la Madre.

La imagen perdida de la Virgen de la Consolata apareció debajo de las ruinas en perfecto estado.Como bien explicitan las crónicas de la época, fue el mismo Obispo quien la sacó de entre los escombros y la expuso a la vista de todo el pueblo allí congregado, exclamado:"¡Ruega por nosotros, Virgen Consoladora!" A lo que la gente respondió: "Intercede por tu pueblo".

En ese instante al atardecer del 20 de Junio de 1104, en presencia de autoridades y del pueblo,el ciego Jean Ravais recobró la vista.

En el lugar se construyó una basílica que se convirtió en la pieza central de la fe y la religión en Turíndurante los duros días del asedio franco-español. La ciudad se encomendó a la Virgen de la Consolación para su propia salvación y se realizaron ofrendas votivas. Su posición geográfica, tan cerca de los muros de la ciudad, hizo al santuario vulnerable a los fuertes bombardeos del Asedio de Turín de 1706, pero, a pesar de esto, el templo se salvó de la destrucción. Tras este evento, la Virgen de la Consolata fue proclamada "Patrona de Turín" conjuntamente con San Juan Bautista (el histórico patrono de la ciudad).

Tras una epidemia de cólera en 1835, la Administración Comunal hizo votos al Santuario della Consolata para obtener de la Divina Misericordia la liberación de la enfermedad del cólera, o la disminución del mal en sus efectos, o el alivio que Dios quisiera conceder a esta Ciudad. 

Los grandes beatos y santos turineses han estado a lo largo de los siglos muy vinculados al Santuario de la Consolata. Entre ellos, San José Cafasso, que está enterrado en el interior del santuario,San Juan Bosco y San Leonardo Murialdo que acudían al templo con frecuencia, además, del beato José Allamano, fundador de la Misión de la Consolata, que fue rector de la basílica desde 1880 hasta 1926.

Hoy, la Virgen del Consuelo no sólo es venerada por muchísimos fieles que a ella imploran gracia y consuelo y que con fe y con devoción participan en la procesión que, todos los años durante su celebración, sale del Santuario y serpentea por las calles de la ciudad. También es patrona de toda la archidiócesis de Turín y del Piamonte. Ella es también la Madre inspiradora de los Misioneros de la Consolata que, en su nombre, se empeñan en llevar el Evangelio por todo el mundo

El Santuario de la Consolata tiene una historia muy antigua. Junto a la basílica se encuentran los restos de una de las torres de las murallas de la antigua Julia Augusta Taurinorum (nombre que los romanos dieron a la ciudad de Turín). Aquí, como se señaló, en el siglo V, el obispo Maximus erigió (probablemente sobre los restos de un antiguo templo pagano), erigió una pequeña iglesia dedicada a San Andrés Apóstol, con una capilla a su lado dedicada a la Virgen. En ella se colocó la imagen de la Virgen María y el Niño Jesús que habría pintado San Lucas.



La tradición aseguraba que el templo era el más antiguo monumento arquitectónico de Turín, después de los restos de los edificios romanos. Más de mil años más tarde, fue construida una nueva iglesia en estilo románico con tres naves, que es sede de una abadía. La gran devoción que une a la ciudad con este santuario se origina a partir de una pintura de la Virgen, de la que todavía se conserva una copia póstuma en la cripta del santuario. La iglesia fue restaurada y elevada al rango de Basílica menor. La imagen de la Virgen y el Niño fue solemnemente colocada en el interior de la basílica. Bajo la guía de monseñor Allamano, rector desde 1880, se realizó en 1882 la última gran ampliación del santuario, obra del arquitecto Carlo Ceppi y del ingeniero Antonio Vandone (1899-1904). 



La Devoción en España

La línea de tradición que viene de España se remonta, en primer lugar, a la devoción mariana de los Hermanos de la Cuerda o Correa de San Agustín, una especie de tercera orden, que se multiplicaron pronto en el convento que se erigió aproximadamente en 1553, en el lugar que actualmente ocupa el Mercado Municipal de San Agustín. Los hermanos de la Correa de San Agustín, solían vestir el hábito y el cinturón de los frailes agustinianos. 

Esta hermandad, concentrada en la vida espiritual, se encontraba puesta bajo la protección de Nuestra Señora de la Consolación, quien era el centro de la devoción de frailes y hermanos. La advocación a Nuestra Señora de la Consolación era muy querida por la orden Agustina y, de hecho, también se veneraba esta imagen en el convento de los agustinos descalzos de Loreto, en el Albaicín.

En 1677 se oficializó también la devoción a Nuestra Señora de la Consolación, en forma de una nueva hermandad, en el convento de San Francisco Casa GrandeEste importante caudal devocional, centrado en la imagen dolorosa de María, es, por tanto, coetáneo de la fundación de la Hermandad del Santo Cristo de San Agustín.

Por otra parte, consta a la orden de los Agustinos-Recoletos que a mediados del siglo XV los agustinos tambien veneraban en el norte de Italia la imagen de la Virgen, invocada bajo el nombre de la Consolata, sobre la que antes hemos expuesto.

En 1575 la cofradía fundada en Bolonia para dar culto a la Virgen de Consolación, se unió a la de los Cinturados de San Agustín.

Así, la archicofradía adoptó el título de "Cinturados de San Agustín y de Santa Mónica" bajo la advocación de Nuestra Señora de la Consolación.

A partir de entonces la devoción y el culto se propagaron constantemente, favorecidos por los Papas y por el celo de los agustinos.

La iconografía tradicional de la vertiente agustiniana, nos muestra a la Virgen con el Niño en brazos, ofreciendo la correa del hábito agustino a San Agustín y su madre Santa Mónica, ambos arrodillados a sus pies.



A raiz de este ícono, en el seño de la orden de los Agustino-Recoletos y en el de la de los Agustinos, corre la leyenda acerca de que Santa Mónica derramaba muchas lágrimas ante Dios en favor de su hijo Agustín, desviado de la fe que ella le transmitiera en su infancia. La Virgen le habría consolado en su oración ferviente anunciándole la vuelta de su hijo a la Iglesia y le exhortó a expresar su penitencia vistiendo hábito negro y ciñéndose con una correa del mismo color.

Así la podemos ver en la capilla que tiene dedicada en la iglesia de San Agustín de Málaga. La Orden de San Agustín y la de los Agustinos-Recoletos, celebra en su liturgia propia la festividad de la Virgen bajo su advocación de Nuestra Señora de la Consolación el día 4 de septiembre.



Parroquia de Nuestra Señora de la Consolación en Buenos Aires. Fotografía tomada al momento de hacerse los trabajos de iluminación en 2010
Fuentes: 
http://hagiopedia.blogspot.com.ar/2013/06/nuestra-senora-del-consuelo-patrona-de.html 
http://es.wikipedia.org/wiki/Virgen_de_la_Consolaci%C3%B3n_(Granada)

sábado, 17 de agosto de 2013

San Roque: Un Santo muy especial

San Roque es una de los grandes santos populares que ha suscitado devoción en todo el mundo. Existen levantadas muchísimas capillas y en diferentes iglesias tienen una imagen de él, gracias a los favores que a lo largo de los siglos ha concedido, principalmente en épocas de enfermedades y de peste.


Sus primeros años y el deseo de ser pobre.


Según el gran historiador de vidas de santos, Martirià Brugada, uno de los textos más fidedignos que nos narra la vida de este buen amigo es el "Acta Brevoria", un escrito anónimo y posiblemente redactado en la zona italiana de la Lombardía hacia el 1430. Para este sacerdote gerundense, de este texto derivan las narraciones posteriores, en las que según ellas, el nacimiento de Roque habría sido fruto de un voto hecho por sus padres que sufrían por no tener hijos.

Cuenta la historia que Roque habría nacido por el año 1.300 en la ciudad francesa de Montpellier. Te recomiendo visitar esta ciudad como mínimo a través de Internet en este enlace: http://www.ville-montpellier.fr . Quedó huérfano muy pronto y vendió toda la herencia familiar para entregar los beneficios a los pobres. De alguna manera, nuestro santo habría hecho realidad aquella cita del evangelio de Mateo que dice: "Vende lo que tienes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en el cielo y luego vente conmigo". Con este deseo de seguir en la pobreza a Jesús y también de enseñar la fe cristiana, inició su peregrinación a Roma.

En la zona de la Toscana, Roque se hospedó en la ciudad de Acquapendente y, en el hospital, se puso a servir a todas aquellas personas que estaban infectadas de la peste, logrando, cómo no, curaciones admirables e inexplicables. Seguramente, San Roque aprendió nociones de Medicina en su ciudad natal, que puso luego en práctica durante sus peregrinaciones. Recordemos, amigo cibernauta, que Montpellier es una de las ciudades más prestigiosas de Europa en temas médicos, allí hay la reconocida Universidad de Montpellier, que fue fundada en el siglo XIII. Se cuenta que en la ciudad italiana de Cesanea, antes de llegar a Roma, nuestro santo curó a un cardenal, y que este lo presentó luego al Papa.

Cuando se dispuso a regresar a su país, pasó por Rímini, hoy convertida en una de las grandes zonas "pijas" de veraneo de Italia. Allí, Roque no se dedicó a tomar el sol en la playa, ni a tomar helados, ni tampoco a tomar copas en una terraza de un bar, sino que predicó el evangelio y continuó curando de la peste a aquellas personas que podía. Tantas curaciones y tanto contacto con los infectados, propició que en la ciudad de Piacenza él mismo quedara contagiado y se viera obligado a retirarse en un bosque de las afueras de la ciudad.

El perro y San Roque


Seguro que tus padres o tus abuelos te habrán ya contado la preciosa narración del perro de San Roque. Si te fijas en la estampa, nuestro santo va acompañado de un simpático chucho. ¿Quien fue este perro?. Pues ... fue su salvador. Cuando hoy en día, sobre todo en verano, se abandonan por las calles tantos perros que nos han mostrado su cariño a lo largo del año, bueno será explicarles a aquellos que hacen este tipo de salvajadas la historia de este animal que le salvó la vida a un santo tan importante como fue Roque.

Se explica, que cuando nuestro santo se trasladó al bosque para no infectar de esta manera a los vecinos de Piacenza, recibía cada día la visita de un perro que le llevaba un panecillo. El animalito lo tomaba cada día de la mesa de su amo, un hombre bien acomodado llamado Gottardo Pallastrelli, el cuál, después de ver la escena repetidamente, decidió un día seguir a su mascota. De esta forma, penetró en el bosque donde encontró al pobre moribundo. Ante la sorpresa, se lo llevó a casa, lo alimentó y le hizo las curaciones oportunas. El mismo Gottardo, después de comprobar la sencillez de aquél hombre y de haber escuchado las palabras del evangelio que le enseñó, decidió peregrinar como el. La curación definitiva de Roque fue gracias a un ángel que se le apareció. Cabe decir que otras versiones populares afirman que fue el mismo perro quien le curó, después de lamerle la herida de su pierna varias veces cuando el santo estaba en el bosque. También cabe añadir, que para algunos historiadores, el redactor de la "Acta brevoria" sería el mismo Gottardo.

Una vez curado, Roque decidió volver definitivamente a Montpellier, pero en el norte de Italia, en el pueblo Angera, a orillas del lago Maggiore, unos soldados, acusándolo de espía, lo arrestaron. Fue encerrado y moriría en prisión entre los años 1376 y 1379. Algunos cuentan que tenía 32 años de edad.

Cabe decir que San Roque había pertenecido a la Tercera Orden de los franciscanos, una rama de esta congregación reservada a las personas laicas que quieren vivir bajo la espiritualidad de San Francisco de Asís. Así lo reconoció el Papa Pío IV en 1547.

Otras versiones de la vida de San Roque


A pesar de todo, la historia de San Roque es bastante difusa. Ya te he comentado anteriormente que el texto más fidedigno es la "Acta brevoria" y que aproxima su nacimiento a mediados del año 1.300. Pero, a lo largo de los años se han publicado diferentes textos biográficos. Por ejemplo, el veneciano Francesco Diedo redactó en 1478 una biografía en la que San Roque habría nacido en 1295 y muerto en 1327. Pero para muchos, dicha tesis, que es la más popular y la más difundida, es un error, ya que la gran peste en la que Roque se vio involucrado no empezó hasta 1347.

Las leyendas cuentan que Roque era hijo del gobernador del rey de Mallorca en Montpellier llamado Juan y que, en el momento del nacimiento, llevaba una cruz roja en el pecho prefigurando su destino. Su madre se llamaba Liberia. Otros investigadores como A. Maurino sitúa la vida del santo entre el 1345 y 1376 y A. Fliche lo hace entre el 1350 y 1379.

También es confuso el lugar de su muerte, mientras que para algunos fue en Angera tal y como hemos visto, otros la sitúan en la misma Montpellier. En esta ciudad francesa, que antes de 1349 había pertenecido a la Corona de Aragón y al Reino de Mallorca, fue arrestado por mendigo y estuvo 5 años en la cárcel hasta que murió de flaqueza. Se cuenta que el mismo tío de Roque, entonces gobernador de Montpellier, al ver que aquel moribundo era su sobrino hizo levantar un templo en su honor.

Es todavía más dudosa la ubicación de su tumba, aunque con toda probabilidad Roque falleció en Anguera, una hipótesis señala que su cuerpo habría sido trasladado a Venecia en 1485. Otros historiadores del sur de Francia vuelven a reafirman en que el santo habría retornado a Montpellier para morir en su ciudad natal y que habría sido sepultado en un convento de los hermanos dominicos y que sus reliquias se trasladaron más tarde a Arles. Lógicamente, y está comprobado, el Convento de los Trinitarios de Arles y la ciudad de Venecia fueron dos de los centros de más veneración a San Roque.

Después de tantas confusiones, nos tiene que quedar claro que San Roque nació en Montpellier y que fue un peregrino que se desplazó a Roma. Que recorrió Italia y que se dedicó a curar a todos los infectados de la peste y que falleció en olor a santidad. Su vida la tenemos que fechar con toda seguridad, a partir de la mitad del siglo XIV según el texto más fidedigno, las "Acta brevoria" y que su muerte, lo más probable es que fuera en Anguera, a pesar de la hipótesis de Montpellier.

El culto y la devoción


Aunque la documentación que se tiene de San Roque lleve a confusiones, no hay que negar que la devoción hacia él fue muy rápida a partir del siglo XV. Desde Venecia se extendió el culto hacia el mundo germánico y a los Países Bajos. En 1477, en ocasión de otra epidemia de peste, se fundó en Venecia una cofradía que bajo su honor se dedicó al hospedaje de enfermos de peste y que fue conocida como Confraternità o Scuole di San Rocco. Dicha agrupación fomentó la devoción al santo construyendo capillas y más centros de acogida por toda Italia. Una de las iglesias conocidas que le están dedicadas es en París, muy cerca del museo del Louvre, que hizo edificar Luis XIV en 1563. Y como no... toda Europa quedó sembrada de templos que le fueron dedicadas, incluso en la América Latina.

Desde finales del siglo XIV, se convierte en uno de los santos más populares para pedir su intercesión ante Dios. Es el abogado por excelencia contra la peste y todo tipo de epidemias. El Papa Gregorio XIII lo declaró santo en el siglo XVI y en muchos pueblos y ciudades lo veneran con gran devoción después de que él haya intercedido entre los habitantes. Tal y como he comentado al principio, son muchas las iglesias parroquiales que tienen una imagen de San Roque en los altares. Si en tu iglesia existe una, hay un 80% de posibilidades que los vecinos de tu pueblo lo invocaran hace siglos ante una epidemia e hiciesen un voto de villa, un acto que consiste en hacer una promesa al santo si éste les concede una petición.

En la diócesis de Girona, a pesar de existir muchas imágenes suyas en las iglesias parroquiales, solamente hay una que le esté dedicada y que está situada en Olot. Hay también 4 ermitas emplazadas en los pueblos de Gaüses, Massanes y Sant Aniol de Finestres. También cabe destacar la de Vilablareix, construida en el siglo XV. El 21 de julio del 2002 se inaguraron los trabajos de rehabilitación que permite restituir el culto al templo después de 60 años en desuso. Se celebra un "aplec" el segundo domingo de Cuaresma.

Los dos principales templos de todo el mundo dedicados a San Roque están en Montpellier y en Venecia, a parte del ya mencionado de París. También en muchas poblaciones hay pequeñitas hornacinas con la imagen del santo que en forma de capillitas están instaladas en las calles.

Tradiciones


La voz popular ha creado tradiciones sin fundamento alguno pero que han contribuido muy positivamente a fomentar la devoción. Muchas de estas tradiciones quieren aproximar un santo a la vida misma del pueblo y no nos ha de extrañar que se diga que el propio San Roque hizo el camino de Santiago, que visitó Compostela o que incluso pisó Barcelona. Se cuenta que cuando San Roque entró en la ciudad catalana, todos los infectados de peste se recuperaron.

Según cuenta el "Costumari Català" de Joan Amades, hace siglos, en la ciudad de Barcelona, se tenía una gran devoción al perro del santo. El día después de la onomástica de San Roque, se continuaban llevando cirios a los templos que tenían una imagen suya, pero con la diferencia de que dichos cirios votivos no iban dedicados a San Roque, sino ¡al perro!. Se cantaban oraciones, gozos y todo tipo de intenciones para el "chucho". Era tanta la devoción al perro de San Roque, que incluso, aquél día estaba permitida la entrada de estos animales en las iglesias de Barcelona. Claro está, que estamos hablando de hace muchos siglos. Este aprecio venía apoyado gracias a una leyenda que decía que en el día de San Roque el perro del santo visitaba la ciudad condal y que los otros canes que tenían la rabia, marchaban velozmente al verlo. Se cuenta que quien maltrata a un perro, se atrae toda la antipatía de San Roque para siempre.

En algunas poblaciones de Catalunya, la verdad es que no conozco el motivo, era tradición hace mucho tiempo, que el día de la fiesta del santo, las parejas de novios anunciaran oficialmente su compromiso a los padres. ¡Pobre San Valentín. Espero que no cogiera celos!.

También en algunas zonas de Lleida, tenían a San Roque por patrón contra la gandulería. Hace muchos años, en el pueblo de Prat de Compte y en otras villas vecinas, los hombres tenían el derecho de poder levantar de la cama a aquellas mujeres que no eran bastante madrugadoras a juicio del vecindado masculino. A primera hora de la mañana, los hombres, divididos en grupos, uno de solteros y otro de casados, iban por las casas. Llegaban hasta la cama y tenían el derecho de llevarse las mantas y de hacer levantar a aquellas mozas que aún estaban durmiendo. Por cierto ... ¡los hombres casados se encargaban de levantar a las casadas y los solteros a las solteras, supongo con la supervisión de algún miembro de la familia!. Este acto, hace ya muchos años que se ha perdido. Pero ... ¿a que es guay?. Y yo me pregunto ... ¿que tiene que ver San Roque con todo eso?.

Onomástica y patronazgo


San Roque es junto a San Sebastián el abogado por excelencia contra la peste y todo tipo de epidemias. San Antonio Abad, patrón de los animales, y debido al gran trabajo que tiene en proteger a los muchos que hay en el mundo, da permiso a San Roque para que se ocupe de los perros, es por ese motivo que es el protector de todos los canes. Se le puede pedir amparo para que no sean abandonados ni maltratados. También en algunos países es el patrón de los picapedreros y marmolistas. La onomástica es el 16 de agosto.

Oración a San Roque

Señor, Dios todo poderoso, tú nos has revelado que toda ley se resume en el amor a ti y al prójimo. Concédenos que, imitando la caridad de San Roque, podamos ser un día contados entre los elegidos de tu Reino.

Glorioso San Roque, te agradecemos que desde tu sencillez nos recuerdes que Dios también está cerca de nosotros cuando recibimos la sacudida del dolor y de la enfermedad. Ayúdanos a vivir estas situaciones con serenidad y paz, agradeciendo el servicio de los que nos ayudan. Que no olvidemos que nuestra vida es avanzar por el camino de Jesucristo, sirviendo y amando desde la pobreza. Y para que siempre luchemos contra todo lo que degrade y destruya la dignidad humana y la convivencia social.